El camino de los sueños.

Cuando tengas una idea, una meta o un proyecto, si antes de ponerte en marcha no defines muy bien cuáles son tus objetivos, hasta dónde quieres llegar; dibujas la ruta y haces una previsión de los riesgos o las dificultades con las que te puedes encontrar... Puedes desorientarte, perderte en el primer cruce de caminos y terminar abandonando tus sueños.

1· Por eso antes de comenzar a caminar, vale la pena invertir tiempo en planificar la ruta:

Para ello toma lápiz, papel y escribe con la mayor precisión posible qué quieres lograr. Ya que si no lo tienes muy claro es muy probable que termines moviéndote en círculo, frustrado/a y con la sensación de estar perdiendo el tiempo. 

A continuación dibuja dos puntos; el primero representa el lugar donde te encuentras ahora y el segundo el lugar al que deseas llegar. Has de trazar una línea de unión entre ellos que con el tiempo verás que puede ser continua o discontinua. Con algunos tramos rectos, rápidos y creados de un solo trazo. O llenos de subidas, bajadas, caídas, giros y vaivenes. Con saltos hacia delante y atrás. Con borrones, con manchas de tinta... Con sudor y lágrimas, y vueltas a empezar... 

Y es que no va a ser fácil, pero tu ilusión y empeño por alcanzar tus objetivos podrán llevarte al lugar donde deseas llegar, o incluso a un lugar aun mejor que aquél que habías imaginado.

Ahora divide el trazo en varios tramos con puntos intermedios, que representen las diferentes metas a alcanzar. Pequeñas recompensas previas a tu objetivo final que te servirán además para descansar, reflexionar y poder ir evaluando la evolución de tu proyecto a mitad de recorrido, ya un poco más experto que cuando comenzaste. Pudiendo aprovechar lo que has aprendido durante el trayecto para rectificar, redefinir o recalcular la ruta, si es que fuera necesario.  

2· Piensa muy bien en la organización del viaje qué vas a necesitar llevar en tu mochila, y qué puedes SOLTAR para hacer más ligero tu equipaje. 

Deja atrás los temores e inseguridades que sólo aportarán un peso extra a tu espalda.


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Tal vez al principio no cuentes con todos los recursos que quisieras para lanzarte con tu proyecto. Elabora una lista con las cosas que verdaderamente necesitas para comenzar, y deja para más adelante aquéllas de las que puedas prescindir por el momento. 

El éxito está en ti, porque es el valor de tus ideas, tu ingenio,  tu habilidad y la experiencia que quizás ahora no tengas, pero que seguro vas a adquirir a lo largo de tu recorrido.

4· Ante las dificultades no pierdas el ánimo. Pues a menudo los problemas serán directamente proporcionales al tamaño de tu sueño, y en no pocas ocasiones en tu empeño te arriesgas a tropezar, perder el equilibrio, caer y terminar con la cara en el barro

Que las cosas no salgan como esperas desde el principio te puede hacer sentir frustrado/a y con ganas de abandonar.  No sucumbas al desánimo ya que si bien has podido resbalar puedes volver a levantarte, sacudir tu ropa e intentarlo de nuevo.

5· Tener desde el principio una mentalidad autocrítica, constructiva y abierta a realizar posibles cambios en tus estrategias iniciales, te ayudará a mantener la calma y te permitirá tener una actitud positiva a los cambios, dejando que las oportunidades lleguen a tu vida...  

Si tienes un sueño, una idea o un proyecto, recuerda que sea cual sea el final de tu increíble aventura, lo importante es haber sabido disfrutar del recorrido y la sabiduría infinita que te brindó la experiencia. Porque si estás preparado/a para recibirla, cuando menos te lo esperes la buena suerte saldrá a tu encuentro, pues la DIOSA FORTUNA ya te aguarda tras cualquier piedra del camino.


Susana Rojas, Psicóloga General Sanitaria. Colegiada M33170.