Tienes TODA la RAZÓN..

Sobre las VERDADES verdaderas y la razón SINRAZÓN...

Es natural que cada uno de nosotros pueda tener un punto de vista diferente sobre una misma cuestión. Saber defender nuestra posición de forma asertiva nos ayuda a no terminar haciendo cosas con las que no estamos de acuerdo.

Sin embargo, antes de tomar una decisión o posicionarnos es interesante escuchar con auténtica y verdadera atención al otro, tratando de comprender de forma empática sus razonamientos y motivaciones.

Ponernos mental y emocionalmente en el lugar del contrario, no sólo puede propiciar un posible acercamiento en nuestras posiciones, sino que además nos ayudará a replantear nuestras propias motivaciones y creencias para reafirmar o descartar antiguos planteamientos, dejar espacio a nuevas ideas, actualizar pensamientos, o mejorar nuestros conocimientos y la comprensión del mundo que nos rodea.

Y es que muchas de las diferencias que nos hacen enfrascarnos en eternas discusiones, surgen en muchos casos como consecuencia de la dificultad para flexibilizar pensamientos y "verdades absolutas", ancladas a teorías obsoletas sobre cómo deben ser y hacerse las cosas, sin pararnos a pensar que la verdad al igual que la forma, el volumen y el color percibido de un objeto, dependen del lugar desde el que se miren.

SusanaRChPsicloga_pararejajpg

TIENES TODA LA RAZÓN

Hoy me gustaría compartir contigo una reflexión, sobre lo arriesgado que puede ser tomar decisiones importantes cuando nos encontramos en mitad de una discusión.

Ya que las decisiones que tomamos cuando estamos alterados por las emociones, se encuentran moduladas por sentimientos muy potentes pero pasajeros que nos pueden impedir llevar a cabo una evaluación adecuada de las ventajas e inconvenientes de las opciones con las que contamos. Pudiendo suceder que ya una vez pasada la tormenta emocional, cuando nos sintamos más calmados, nos demos cuenta de que tal vez nos hemos precipitado sin remedio al tomar decisiones con consecuencias de difícil solución.

O que incluso aun habiendo acertado en nuestra elección, el cambio de estado de ánimo, ya desde una posición menos emocional y más racional nos haga dudar.

Y tiempo después, no contemos con suficientes argumentos sólidos para seguir manteniendo o justificando nuestra postura. Dejando espacio a sentimientos de culpa o arrepentimiento, y sin saber cómo dar marcha atrás.

Por eso hoy quiero contaros una breve estrategia de comunicación, toma de decisiones y solución de problemas, que espero os sea útil para lograr un acercamiento en vuestras posiciones cuando surjan desacuerdos o contraste de opinión en la relación.

Para que podáis desde la calma y la reflexión, encontrar siempre las mejores soluciones. Pues muchas de las diferencias que nos hacen enfrascarnos en discusiones circulares sin aparente solución, surgen a consecuencia de la dificultad para escucharnos con atención y saber cómo expresar al otro de forma clara y comprensible nuestros deseos y necesidades.


1/ TIEMPO FUERA PARA RECUPERAR LA CALMA

En una relación es natural que puedan surgir diferencias de ideas y pensamientos, ya que aunque nos mueva el amor cada uno puede tener puntos de vista distintos sobre una o varias cuestiones.

Y si bien en general saber defender nuestra posición de forma asertiva ante los desacuerdos nos ayudará a no terminar aceptando imposiciones que nos puedan conducir a aceptar situaciones no deseadas, es interesante que antes de posicionarnos aferrados a nuestra verdad, seamos capaces de escucharnos de forma auténtica y con verdadera atención.

Tratando de comprender desde la empatía la realidad del otro. Y pudiendo de este modo movernos un poco de nuestra posición, para observar el problema desde otra perspectiva que también pueda tener en consideración sus necesidades, sus motivaciones y su manera particular de razonar.

Ya que ser capaces de ponernos mental y emocionalmente en el lugar del contrario, no sólo propiciará un posible acercamiento en nuestras posiciones, sino que además nos puede ayudar a replantearnos algunas creencias que a priori parecían inamovibles, dejando espacio libre a nuevas ideas, o a poder ampliar nuestros conocimientos y comprensión del problema.

De este modo cuando te encuentres en una situación de desacuerdo con tu pareja, y sientas que emociones como el enfado o la ira comienzan a apoderarse de tu estado de ánimo, intenta recuperar la calma antes de continuar con la discusión.

Pues la ansiedad provocada por la situación, evitará que podáis mantener la atención suficiente para permitiros escucharos y comprender las motivaciones y razonamientos que cada uno trata de exponer al otro. Y es fácil que en ese momento, contrariados por los sentimientos, os veáis arrastrados por las emociones y acabéis tomando decisiones precipitadas.

Por tanto, lo mejor que podéis compartir en un momento de alta tensión emocional, es un paréntesis donde poder daros espacio personal y tiempo suficiente para recuperar la serenidad...

Mi recomendación, es que os retiréis durante unos minutos a un lugar tranquilo donde podáis estar en calma. Recordando que este no es un tiempo para tomar decisiones, sino para recuperar el equilibrio emocional y poder retomar la conversación más tarde, con una mejor actitud hacia las opiniones y sentimientos del otro.

2/ LA ESCUCHA ACTIVA

Una vez os sintáis más relajados, podéis regresar para escuchar sus razones y argumentos, tratando de ser lo más imparciales que os sea posible, como si no fuerais parte interesada en este desacuerdo. E intentando comprender de forma empática, las motivaciones y sentimientos que hacen posicionar a vuestra pareja en su particular visión del problema. Aunque no los compartáis, u os resulten diametralmente opuestos a los propios.

Practica la escucha empática, preguntándole cuáles son sus preocupaciones o temores y qué es lo que le gustaría que ocurriera y necesita de ti. Trata de poner toda tu atención a sus respuestas, pues tal vez sus argumentaciones te sorprendan, te resulten interesantes, y quizás no tan diferentes a las tuyas como esperabas. Pudiendo en cualquier caso, aunque no estés del todo de acuerdo, aportarte un punto de vista distinto a tener en cuenta ahora, o en el futuro…

Es posible que ante algunas de sus opiniones o razonamientos, te sientas un poco incómodo/a o molesto/a con lo que estás escuchando. Respira profundo y espera antes de dar una respuesta.

Recuerda que sólo le estás preguntando, y esto no implica para ti nada más que tu deseo de mostrarle que tienes en cuenta sus opiniones. Así como el reconocimiento por tu parte de sus necesidades y deseos, antes de formarte una opinión, hacer una valoración o tomar una decisión.

3/ LAS IDEAS ORDENADAS PARA UN SOLO MENSAJE QUE SEA BREVE, CLARO Y COMPRENSIBLE.

Una vez hayas terminado de escuchar sus argumentaciones desde la calma y poniendo toda tu atención a su mensaje, te toca a ti expresar y defender tu posición.

Ten en cuenta que hacerlo de manera clara, ordenada y comprensible para tu interlocutor, mejorará vuestra comunicación, posibilitando un acercamiento también por su parte, a tu punto de vista.


Ejercicio:

A continuación te propongo un sencillo ejercicio práctico, que te ayudará a estructurar mejor tus ideas antes de comenzar a exponerlas.

·En primer lugar has de definir muy bien cuál es el mensaje que quieres hacer llegar a tu pareja. Y para ello es muy importante que tú mismo o tú misma lo tengas muy claro. Esto que parece a simple vista una obviedad, resulta ser todo un reto, cuando tratamos de resumir aquello que queremos expresar, en una sola frase que resulte clara, directa y concisa.

Así que para comenzar, toma lápiz y papel, y escribe tu mensaje en un párrafo que no ocupe más de cuatro o cinco líneas.

·Evita que este breve resumen contenga acusaciones directas o indirectas. Intentando que tu mensaje sea tan solo la comunicación sincera de tus propios sentimientos y necesidades.

De tal modo que si estás tratando de expresar cómo te sientes al respecto de una situación en concreto, puedes cambiar la frase “Tú me haces sentir mal cuando… por ejemplo, no me devuelves las llamadas” por “Yo me siento mal cuando tú… no me devuelves las llamadas. Y me gustaría saber si aún puedo seguir contando contigo”

Tampoco intentes convencer al otro mediante el uso de chantajes emocionales o trucos psicológicos poco éticos. Ni te dejes envolver por este tipo de estrategias para terminar aceptando situaciones que no deseas. Pues la falta de sinceridad en la pareja además de no favorecer el buen funcionamiento de la relación, casi siempre resulta ser de dudosa durabilidad a lo largo del tiempo.

Y manipular la voluntad del que no piensa como nosotros con enredos y artimañas para que haga lo que queremos, se volverá en nuestra contra cuando la otra persona termine por descubrir nuestro juego.

·Céntrate tan solo en una idea o cuestión a solucionar. Ya que tratar de resolver varios puntos de discordia o diferencias de una sola vez, dispersará vuestra atención. Pudiendo haceros enredar en una madeja sin fin de viejos reproches y antiguas ofensas, que os distraerán del objetivo actual.

Por tanto si existen varios temas que queréis discutir, elegid uno sólo. Emplazando el resto para otra ocasión en la que podáis dar a cada malestar el espacio, la atención y tiempo que merecen.

·Una vez tengas la idea que deseas trasmitir bien definida, resúmela en una sola frase utilizando un lenguaje sencillo y comprensible que resulte adecuado para tu receptor.

Ya que de nada te servirá exponer tus opiniones o necesidades, si el otro no comprende tus palabras o los conceptos que manejas. Pudiendo resultar tu mensaje confuso, o entendido justo de la forma opuesta a lo que realmente quieres decir…


4/ Y así una vez expuestos vuestros diferentes –o tal vez no tanto- puntos de vista, ES EL MOMENTO DE TOMAR UNA DECISIÓN.

Una vez más mi recomendación es que no os precipitéis al dar una respuesta, y os animéis pedir siempre que lo necesitéis un tiempo al otro para poder retiraros a pensar con calma.

Os puede ser útil para ordenar las ideas elaborar un listado con todas las opciones con las que contáis. Anotando junto a cada una de ellas sus ventajas e inconvenientes, y qué sentimientos o emociones os despiertan de manera individual y conjunta, cada uno de los escenarios posibles a los que estas os pueden conducir.

También debéis plantearos, cuáles son vuestras verdaderas prioridades y qué es lo realmente importante para vosotros.

Preguntaos si esta es una decisión que habéis de tomar por separado, o si estáis decidiendo también por la otra persona.

Y así, tras evaluar los pros y contras de cada una de las opciones puestas sobre la mesa, elegid una sola y descartad el resto.


Nota:

Es importante que las opciones no seleccionadas una vez tomada la decisión definitiva, queden completamente eliminadas y desaparezcan de vuestro horizonte, para no confundiros más adelante en vuestro objetivo y dirección…


Unas reflexiones finales:

·Mejorar la comunicación a través del diálogo empático, nos puede ayudar a flexibilizar nuestros pensamientos para poder por fin dejar atrás, muchas de las "verdades absolutas" personales e inamovibles, sobre cómo deben ser o hacerse las cosas. Pues en muchas ocasiones conversando descubrirás, que la verdad al igual que la forma, el volumen y el color que cada uno de nosotros percibimos de una misma realidad, depende siempre del lugar donde te sitúes y la mirada de quien la observa.

·Si habitualmente os cuesta tomar decisiones, daros cuenta que es mejor arriesgarse a equivocarse que permanecer eternamente paralizados por el miedo a no acertar. Pues cada vez que no tomas una determinación por miedo a cometer un error, estás permitiendo que otros decidan por ti. Así que más tarde no te quejes del resultado de su elección sobre tu vida y tu destino…

·Y por último recuerda que el único responsable de tu bienestar personal y emocional eres tú. Si te haces consciente de que cuando tratas de expresar a tu pareja tus deseos, puntos de vista y necesidades nunca eres tenido en cuenta, que no te escucha ni te presta la atención que necesitas, es tu responsabilidad tomar el timón de tu vida y decidir si quieres permanecer en aguas revueltas, o elevar anclas para alejarte de aquellas situaciones o lugares donde no te sientes en calma, feliz y completamente aceptado.


Susana Rojas
Susana Rojas, Psicóloga General Sanitaria. Colegiada M33170.